Glenmary rompe récord de estudiantes en más de 10 años

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Glenmary rompe récord de estudiantes en más de 10 años

El padre Bruce Brylinski dirige la Casa de Formación de Glenmary en Saint Meinrad, Indiana, donde los estudiantes viven en comunidad.

Mientras estudian en el Seminario y Escuela de Teología Saint Meinrad, los candidatos a sacerdotes de Glenmary viven en comunidad. —Foto por Omar Cabrera.


Tres cosas impresionaron a Evarist Mukama durante su primera semana en los Estados Unidos después de llegar de Uganda. Primero, el frío, propio de mediados de enero. Y segundo, las pocas personas que vio en las calles de St. Meinrad, una pequeña comunidad en el suroeste de Indiana, donde se encuentra la Casa de Formación de Glenmary.

“En África, tú ves que la gente está afuera, moviéndose. Pero aquí, cuando sales, el lugar está tranquilo, nadie se mueve”, dijo Evarist. Él dejó su Uganda natal con una temperatura promedio superior a los 70 grados Fahrenheit y vino a experimentar los cerca de 30 en St. Meinrad.

Pero el tercer aspecto que impresionó a Evarist supera a los otros dos. “Es muy bueno estar aquí con Glenmary. La comunidad es acogedora”, dice. “Cuando estamos aquí (en la Casa de Formación), lo bueno es que todos estamos interactuando como hermanos”.

Evarist Mukama es originario de Uganda, África, y vino a Estados Unidos para estudiar para sacerdote de Glenmary.

Evarist Mukama vino a Estados Unidos en enero de 2023 para estudiar para sacerdote de Glenmary.

Evarist llegó a Estados Unidos como estudiante de Glenmary, junto con Aloysius Ssennyondo, ahora su compañero de clase. Ambos forman parte de un grupo de 14 hombres que actualmente se preparan para convertirse en sacerdotes o hermanos religiosos de Glenmary.

“Este es el grupo más grande que hemos tenido en más de una década”, dice el padre Aaron Wessman, director de Formación de Glenmary. “Y es uno de los más grandes en tres décadas”.

Atrás quedó la escasez

La congregación comenzó a recibir una cantidad constante de vocaciones a mediados de la década de 2000, luego de recibir muy pocas en las décadas de 1980 y 1990, dice el padre Aaron. “Creo que tendríamos que volver a la década de 1970, para ver grupos más grandes”.

“¡Es una clase grande!” dice el padre Bruce Brylinski, director de la Casa de Formación de Glenmary en St. Meinrad. Eso lo hace sentir “emocionado”, porque “es bueno saber que los jóvenes están interesados en la misión, interesados en vivir el estilo de vida de Glenmary. Creo que también crea una vitalidad que están dispuestos a compartir la lucha y la esperanza que se necesita en la misión”.

Aloysius Ssennyondo (Izq.), Evarist Mukama y Alex Omari estudian en el seminario benedictino de Saint Meinrad, Indiana.

Aloysius Ssennyondo (Izq.), Evarist Mukama y Alex Omari estudian en el seminario benedictino de Saint Meinrad, Indiana. —Foto por Omar Cabrera.

De los 14 hombres en formación, cinco son de Kenia, tres son de Uganda, uno nació en Vietnam y tres son de los Estados Unidos. Nueve se están preparando para ser sacerdotes y cinco para ser hermanos.

El hecho de que Glenmary haya llegado a su mayor número de estudiantes en más de una década es “una gracia y una bendición de Dios”, dice el Padre Aaron. “Es una lección de humildad ver que Dios nos envía personas que dicen que sí para al menos mirar nuestra forma de vida”.

Para agregar a esta buena noticia, Glenmary espera aceptar al menos cuatro nuevos estudiantes este año. El padre Aaron ve esto como una confirmación de que la decisión de la sociedad de aceptar hombres de otros países más allá de los Estados Unidos está en sintonía con la voluntad de Dios. “Si juzgas algo por sus frutos, podemos ver eso, de hecho. Parece que está funcionando bastante bien”, dice.

—Por Omar Cabrera.