Descubre el Sueño

Una Invitación para Ti
Glenmary sueña lo mismo que soñó el Padre Bishop, que “el verdadero misionero adopte a toda la gente de su área para sí, sin importar credo alguno. Su propósito consiste en hacer de todos ellos mejores seres humanos y acercarlos a Dios.” Ven y descubre el sueño – ¡Únete a Glenmary en misión! Para más información, por favor escribe o llama a nuestro Director de Vocaciones a: Glenmary Home Missioners, P.O. Box 465618, Cincinnati, OH 45246. 513-874-8900.vocation@glenmary.org.

La Visión del Padre William Howard Bishop

La orden de Glenmary Home Missioners fue fundada en 1939 por el Padre William Howard Bishop, sacerdote de la Arquidiócesis de Baltimore. Para la mayoría de la gente, el Padre Howard Bishop fue simplemente un hombre ordinario. Por más de veinte años trabajó en una pequeña Iglesia Católica en el área rural de Maryland.
A este hombre ordinario le fue dado un don extraordinario por parte de Nuestro Señor: la habilidad de ver. El observó a miles de personas pobres, abandonadas y olvidadas que habitaban en las áreas rurales de los Estados Unidos. Percibió que la Iglesia Católica había fracasado al ignorar las áreas en los Estados Unidos que estaban hambrientas del Pan de la Vida.
Armado con el don de la vista, el Padre Howard Bishop trabajó persistentemente. Construyó una escuela, publicó y editó boletines, a fin de dar a conocer a la “gente de la ciudad” la problemática en las áreas rurales de los Estados Unidos. Fundó una cooperativa. Fue miembro fundador y más tarde presidente de la Conferencia Nacional Católica de Vida Rural. Empezó el Club 4-H para los niños de su parroquia. Sus esfuerzos por hacer llegar el mensaje del Evangelio de Jesucristo al área rural culminaron finalmente en 1939, cuando fundó Glenmary Home Missioners.
¿Qué fue exactamente lo que hizo de éste hombre común y corriente una persona tan excepcional? Primero que nada, el Padre Howard Bishop albergaba una esperanza: “que la gente de las localidades más remotas, de las montañas, arrendatarios de granjas, copropietarios y jornaleros, un día pudieran comer el Pan de la Verdad.”
El Padre Howard Bishop también tuvo una visión: “Una flor es pequeña, como los pequeños grupos aislados a los que nos enfocamos, como los niños pequeños. Tan pequeña es la flor que fácilmente la pasamos por alto. Difícilmente la vemos cuando pasamos por el camino. Pero si nos detenemos a observala, descubrimos la belleza que hay en ella; así también lo son la parroquia rural y el niño del campo.”
Finalmente, el Padre Howard Bishop tuvo un sueño: “Tenemos a Cristo con nosotros cada día. Hemos bebido del Agua de la Vida. ¿Acaso debemos dudar para indicar al mundo dónde puede ser encontrado Jesús? Acaso debemos de titubear al rezar la oración que fue tan cercana al corazón de Jesús, y rezarla en voz alta, para que todo aquel que tenga oídos oiga. “Que todos ellos sean uno, como Tú Padre en mí, y yo en Tí; que ellos puedan ser uno en Nosotros”. ¡El Padre William Howard Bishop fue un hombre de fe, realmente extraordinario!
Los Católicos en el Área Rural del Sur
La Iglesia Católica está empezando a florecer en el área rural del Sur. Aunque, todavía hay católicos viviendo en las áreas rurales que no tienen una iglesia a la cual asistir. Necesitamos más misioneros para trabajar con la minoría católica y así mantener la Iglesia viva y en contínuo crecimiento. Algunos católicos han escrito a Glenmary, solicitando que uno de nuestros misioneros sea enviado a sus áreas para empezar una iglesia. Si no encontramos más misioneros para trabajar en el área rural de los Estados Unidos, el ímpetu que tuvo el Padre Bishop en 1939, se verá disminuido rápidamente.
Las Necesidades de Los Que No Tienen una Comunidad Eclesiástica
Hay mucha gente en el área rural del Sur que no pertenece a ninguna iglesia en particular, y otros que tienen muy poco conocimiento religioso. Una pareja de jovenes que se preparaban para el matrimonio fue animada a rezar para poder tener un matrimonio más sólido. Luego nos contaron que tuvieron problemas para recordar las oraciones. Sabían que una empezaba, “Padre Nuestro que estás en los cielos,” pero no estaban muy seguros de como terminaba. Al igual que ellos existe mucha gente en el área rural del Sur que necesita orar o  que quiere orar, pero se encuentran con la dificultad de hacerlo porque carecen de una comunidad de fe. La gente del área rural del sur que no pertenece a la iglesia, no puede recibir el Sacramento de la Comunión. También tiene dificultad para encontrar el verdadero significado de sus vidas. Necesitamos de manera urgente más misioneros para compartir el don de la fe con la gente, y ayudarla en el  crecimiento espiritual y personal de sus vidas.

Los Condiciones Socio-Económicas
En muchas partes de los Apalaches y del área rural del Sur, hay grandes necesidades humanas, casi devastadoras. Hay muy pocos médicos, las condiciones de las casas son infra-humanas, mucha injusticia social, desempleo y analfabetización. La iglesia no puede resolver todos estos problemas, sus misioneros por lo menos pueden trabajar con la gente del lugar y tratar de encontrar algunas soluciones posibles.

El Ecumenismo después del Vaticano II

Las iglesias protestantes del Sur necesitan a los misioneros católicos. Si queremos ver algún día la unidad cristiana, la Iglesia Católica debe estar presente y ser parte activa del movimiento. Con nuestra historia católica, nuestro entendimiento sobre las Escrituras y nuestra fe en los sacramentos, los misioneros católicos podemos brindar una nueva perspectiva a las iglesias evangélicas fundamentalistas del Sur, y consecuentemente, crear un ambiente de unidad más efectivo y fructífero.