Joven latina crece con una misión

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Joven latina crece con una misión

Una feligresa hispana hizo crecer su fe a medida que la parroquia San Miguel Arcángel se convertía en una comunidad próspera.

Joven latina crece con una misión

Bernice Luquin (derecha) y su amiga Zaya Andrade encuentran gozo y significado sirviendo a Dios con el grupo juvenil de la parroquia San Miguel Arcángel.

Bernice Luquin, de 20 años, es una feligresa comprometida e involucrada en la misión San Miguel Arcángel de Glenmary en Erwin, Tennessee; pero llegar a ese punto ha sido un largo viaje.

Cuando era una niña, Glenmary aún no había llegado a Erwin. Sin una parroquia católica en la ciudad, su familia conducía 16 millas hasta la cercana Johnson City. La distancia hacía que fuera más difícil conectarse allí, y su fe no había comenzado a hacer clic.

“Yo era joven y recuerdo que una vez me senté en una banca y dije: ‘Nunca voy a hacer que mis hijos pasen por esto porque es absolutamente aburrido’”, dice. “No sabía por qué estaba en la iglesia o qué significaba iglesia. No fue hasta que apareció San Miguel Arcángel [que las cosas cambiaron]”.

La comunidad San Miguel Arcángel comenzó con orígenes humildes en 2011, reuniéndose para su primera misa en una sala del Elks Club local. Bernice recuerda esos días y también recuerda la segunda ubicación de la misión en el sótano de una casa. Ahora, la parroquia tiene una estructura permanente y prósperos programas juveniles.

Joven latina crece con una misión

Bernice Luquin fue una miembro activa del grupo parroquial juvenil dirigido por Kathy O’Brien (Izquierda). Por medio del grupo juvenil, ella se conectó más a la Iglesia universal.

Desde el momento en que su familia comenzó a asistir a San Miguel Arcángel, la fe de Bernice comenzó a crecer. Ya no conducía una larga distancia para ir a misa, podía participar en las clases religiosas y en el grupo de jóvenes.

“Antes de San Miguel no estaba realmente involucrada”, dice ella. “Aquí comencé a ir a las clases de los miércoles (para instrucción religiosa) y pude ver a mis amigos de la escuela. Realmente aprendí un montón. ¡Ni siquiera sabía lo que era un crucifijo!… Así que fueron todos estos programas, eventos y reuniones cuando poco a poco comencé a darme cuenta de lo que significa ser humano y ser un seguidor de Cristo. Es un poco abrumador, pero es una sensación maravillosa”.

Ese sentimiento ha motivado a Bernice a sumergirse más profundamente. Durante la escuela secundaria estuvo muy involucrada en el grupo de jóvenes de la parroquia, ampliando sus horizontes con semanas de servicio en el Programa de Voluntarios de Grupo de Glenmary en el condado de Grainger, Tennessee. En 2017, cuando el huracán Irma causó estragos en Florida, otro joven sugirió que formaran un equipo de limpieza. Para ayudar en las secuelas, Bernice se unió con entusiasmo a un viaje. Ella dirigió un esfuerzo parroquial para hacer una colecta para las víctimas del huracán Laura el año pasado e incluso sirvió en el Consejo Asesor del Ministerio Juvenil Diocesano de la Diócesis de Knoxville.

Más allá de los límites

“Ella ha estado activa aquí en la parroquia”, dice el pastor de Glenmary, padre Tom Charters. “Aquí hay una estudiante universitaria de una pequeña misión de Glenmary que piensa fuera de los límites de la parroquia, el condado o la diócesis”.

El enfoque de Bernice incluso la ha convertido en una especie de embajadora del catolicismo en la comunidad.

“Erwin tiene una base predominantemente bautista”, dice ella. “Hay muchos protestantes. Al principio fue intimidante porque mucha gente no sabe mucho sobre los católicos aquí… Me hicieron muchas preguntas”.

Una vez, Bernice se encontró preguntándole a una amiga cómo era la misa en su iglesia. La amiga no estaba familiarizada con el término. El intercambio dio lugar a una mayor discusión y, al final, Bernice visitó la iglesia protestante de la amiga, y la amiga fue a San Miguel Arcángel para la misa.

“Definitivamente, puede sentirse un poco extraño ser el católico solitario en una comunidad predominantemente bautista”, dice ella.

Decora y reparte biblias

Otra de las actividades de Bernice es compartir la Palabra de Dios, literalmente. Hace varios años, la Asociada Pastoral, Kathy O’Brien, conectó a Bernice con la Oficina de Educación Misional de Glenmary. Glenmary le proporcionó a Bernice biblias que ella decora y distribuye.

“Siento que mucha gente no posee una Biblia”, dice ella. “Odio decirlo, pero a veces también se ven aburridas, ¡a pesar de ser hermosas por dentro! No creo que debas comprar una Biblia. Debería recibir una gratis. Quiero dárselas a cualquiera que no tenga una.

“Son Biblias católicas, así que le pregunto a alguien: ‘¿Quieres una Biblia católica?’ Y luego les muestro una foto. Todavía no me han rechazado”.

Todo lo que Bernice ha podido hacer se remonta a cuando Glenmary fundó San Miguel Arcángel. Bernice agrega: “Glenmary realmente nos ha ofrecido tantas oportunidades. Estamos muy agradecidos por Glenmary. Siempre han estado ahí para nosotros”.

En cuanto a San Miguel Arcángel, para Berenice es más que un lugar de culto.

“Para mí, solo significa hogar”, dice. “Hablo de mi iglesia todo el tiempo… Ver cómo pasamos de Elks Lodge a básicamente un sótano y ahora a nuestro edificio multipropósito [es genial]. Puede que no tengamos una gran catedral, pero San Miguel es mi hogar”.

– John Stegeman