Los Misioneros Católicos Glenmary fueron fundados por el padre William Howard Bishop, sacerdote de la Arquidiócesis de Baltimore. Según la mayoría de los estándares, el padre Bishop era un hombre común. Durante más de 20 años, trabajó en una pequeña parroquia católica en la zona rural de Maryland.
Sin embargo, este hombre relativamente ordinario recibió un don extraordinario: la capacidad de ver. Vio a los miles de personas pobres, desatendidas y olvidadas que habitaban en las zonas rurales de Estados Unidos. Vio lo que la Iglesia no había podido ver: que había vastas áreas de EE. UU. que estaban hambrientas por el Pan de Vida.
Armado con este don de la vista, el padre Bishop trabajó sin descanso. Construyó una escuela. Publicó y editó varios boletines para llevar la difícil situación de las zonas rurales de Estados Unidos a la conciencia de los “habitantes de la ciudad”. Organizó una cooperativa. Fue miembro fundador y luego presidente de la Conferencia Nacional Católica de Vida Rural. Inició un Club 4-H para los niños de su parroquia. Sus esfuerzos por llevar el evangelio de Jesucristo las zonas rurales de EE. UU. finalmente culminaron en 1939, cuando fundó Glenmary Home Missioners (en español, Misioneros Católicos Glenmary).
¿Qué fue exactamente lo que hizo que este hombre común fuera tan excepcional? William Howard Bishop, en primer lugar, poseía una esperanza: “que los campesinos, los montañeses, los arrendatarios, los aparceros y los jornaleros algún día pudieran comer el Pan de la Verdad”. Él creía que todas las personas que los miembros de Glenmary encontraban en su obra misional eran dignas de atención.
También tuvo una visión: “Una flor es pequeña, como los pequeños grupos aislados a los que ministramos, como los niños pequeños. Una flor tan pequeña se pasa fácilmente por alto en el borde de la carretera. Apenas la ves al pasar. Pero tómala y examínala; se convierte en una cosa de belleza; así también la parroquia del campo y el niño del campo”.
Finalmente, William Howard Bishop tuvo un sueño: “Tenemos a Cristo con nosotros todos los días. Hemos bebido del Agua de la Vida. ¿Deberíamos dudar en mostrarle al mundo dónde se encuentra Él? ¿Deberíamos vacilar en orar esa oración que era tan querida por el corazón de Cristo, y orarla en voz alta para que todos los que tienen oídos puedan oír: “Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti; para que sean uno en Nosotros”.
Glenmary es una sociedad católica de sacerdotes, hermanos y misioneros laicos que sirven principalmente en los montes Apalaches y en el sur profundo de EE. UU.
Glenmary ha servido en iglesias misioneras en 14 estados con el objetivo de devolver parroquias desarrolladas al cuidado de la diócesis local. Luego podemos pasar a un nuevo territorio de misión.
Glenmary se enorgullece de que más de 120 parroquias sean antiguas misiones de Glenmary. Nuestras misiones se encuentran en condados donde menos del 1% de la población es católica, y hasta el 75% afirma no tener ninguna afiliación religiosa. La pobreza en estas zonas promedia el 20%, casi dos veces el promedio nacional.
Manténgase conectado con las últimas noticias de Glenmary leyendo las revistas El Reto Glenmary y Glenmary Challenge. Fundada por el Padre Bishop en 1938, la revista en inglés ha sido la publicación principal de Glenmary Home Missioners durante más de 80 años. Lea la revista El Reto (en español).
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