Nuestra fe católica es un tesoro

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Nuestra fe católica es un tesoro

Por: padre Dan Dorsey, presidente de Glenmary.

El padre Dan Dorsey, presidente de Glenmary, destaca que la profundidad y riqueza de nuestra tradición social católica ayuda a las personas a ser mejores y acercarse más a Dios.

¿Qué ama usted de su fe católica?

Recientemente, planteé esta pregunta a una muestra representativa de personas. Sus respuestas abren una ventana a la riqueza y belleza de los católicos. Estas son algunas de esas respuestas, junto con mis reflexiones desde una perspectiva misionera.

Amo mi fe católica…

“…porque es el primer regalo que recibí de mis padres al nacer”.
¡El primer regalo que se nos dio a los que fuimos bautizados cuando éramos niños! En nuestro bautismo, nosotros (o nuestros padres y padrinos) recibimos instrucciones de “andar siempre como hijos de la luz”. Como hijos de la Luz que hemos recibido como regalo, ahora la compartimos como regalo con los demás.

“…por el don de la Eucaristía y las tradiciones que siempre han sido parte de mi vida. Éstos son fuente de esperanza”.
El milagro de la Eucaristía es precisamente eso: es la fuente y cumbre de la vida cristiana (Catecismo de la Iglesia Católica # 1324). Esto significa que la vida cristiana brota de la Eucaristía (la fuente) y hacia ella (la cumbre) debe orientarse la acción cristiana.

Imagine que usted vive en una zona donde no hay celebración de la Eucaristía. Lo que la mayoría de los católicos dan por sentado todavía no está disponible para millones aquí en los Estados Unidos. Es precisamente en estas áreas donde como Glenmary enfocamos nuestro esfuerzo misionero.

“…por la santidad y universalidad de la Misa y por su fundamento en el servicio y respeto a los menos favorecidos”.
El misionero comparte lo sagrado y santo no solo en nuestros sacramentos y en nuestra forma de adoración, sino también en nuestra visión del ministerio misionero. El Padre Bishop (fundador de Glenmary) instruyó a sus jóvenes misioneros: “Ninguna obra será tan poderosa para nosotros como apóstoles de la paz en la tierra… —las obras temporales y espirituales de misericordia, alimentar al hambriento y vestir al desnudo, atender a los heridos y enfermos, amar a los pobres y desfavorecidos”.

“…por su capacidad de tomar todo lo que es bueno, verdadero y hermoso en el mundo y conectarlos con Jesucristo”.
Como embajadores de Jesús, los miembros de Glenmary compartimos nuestra fe con todos aquellos a quienes encontramos en nuestras áreas de misión. Como nuestro fundador, el padre Bishop, escribió: “El verdadero misionero adopta como propias a todas las personas de su área, independientemente del credo. Su objetivo es hacer de todos ellos mejores personas y acercarlos a Dios”.

“… porque, a pesar de las carencias, es una comunidad de fe que nutre mi fe en Dios, a través de la riqueza del culto, el servicio y la familia”.
La forma en que organizamos nuestras familias y la sociedad, en economía y política, en leyes y disposiciones, afecta directamente la dignidad humana y la capacidad de las personas para crecer en comunidad. La profundidad y riqueza de nuestra tradición social católica se planta y se comparte en los condados de misión a los que servimos.

Entonces, ¿qué es lo que usted ama de su fe católica? Los invito a enviarme un correo electrónico (ddorsey@glenmary.org) o escribir a P.O. Box 465618 Cincinnati, OH 45246. ¡Me encantaría leer sus mensajes!