Niños le ponen color a su fe y a sus zapatos

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Niños le ponen color a su fe y a sus zapatos

Con diferentes colores y formas, como la vida misma. Así dieron rienda suelta a su creatividad las chicas y chicos de la misión La Sagrada Familia, de Glenmary, en Lafayette, Tennessee. —Foto por Omar Cabrera.

Una niña pinta con un pincel un zapato blanco de lona. Dibuja un corazón rojo, mientras otros chicos a su alrededor ensayan con diferentes colores y formas. Cada uno tiene su par de tenis blancos para pintar sobre una mesa. Al fondo suena música de reguetón, pero con letras religiosas.

“A mí me encanta la música, a mí me encanta el arte y me gusta hacer cosas que me hacen reír. ¡Dígame a qué joven no le gustan estas cosas!”, dice Tania Delgado, quien coordinó la actividad de pintura.

La Asociada Pastoral de La Sagrada Familia, Tania Delgado (Izq.) y el párroco, padre Charles Aketch, acompañaron a los niños y jóvenes, así como algunos padres de familia.

Tania es la Asociada Pastoral de la iglesia de Glenmary La Sagrada Familia, en Lafayette, Tennessee. Ella organizó la jornada con los niños y jóvenes después de preguntar a varios de ellos durante algunas semanas si les interesaría participar. El resultado fue que más de 30 asistieron a la ‘noche de pintura’, que se realizó en el salón de entrada y en una de las aulas de educación religiosa de la parroquia. El grupo incluía chicos desde unos 2 ó 3 años hasta adolescentes de unos 16.

Tania explica que actividades como esta buscan que los niños y jóvenes se sientan a gusto en la iglesia y asistan porque quieren hacerlo y no porque los adultos los obligan. “A los jóvenes les gustan actividades en las que ellos se puedan expresar de una manera en que no van a ser juzgados ni criticados, sino que pueden divertirse”.

Antes de pintar, Tania guía a los chicos en una oración, la lectura de un pasaje de la Biblia y les recuerda que Dios está presente en todo lo que hacemos, y por supuesto lo está en esta noche de pintura. También los invita a que en adelante, cuando vean los zapatos ya pintados, recuerden que Dios camina con ellos en los momentos alegres y también en los difíciles.

“Esto fue divertido”, dice, después de terminar, Jasper Guerrero, de 12 años, quien con pintura negra representó el espacio y las galaxias en sus zapatos. “Pienso ponérmelos los fines de semana”.

Por su parte, el padre de Glenmary Charles Aketch, párroco de La Sagrada Familia, opina que “Debemos comprender a los jóvenes y aceptar que esta es una generación diferente a la de nosotros (…) con teléfonos inteligentes, con el Internet, con todas estas cosas”.

Juntos como familia

La noche de pintura de tenis fue una de varias actividades especiales que la misión realiza con los jóvenes unas tres o cuatro veces al año, explica Tania. Por ejemplo, para el Día de la Madre y el Día del Padre, se organizan eventos para que los hijos puedan expresar su valoración y agradecimiento hacia ellos.

Otras actividades incluyen a la familia completa. Jasper, por ejemplo, recuerda que una de sus experiencias con Dios ocurrió una noche mientras rezaba en un parque con su tía, su hermana y sus primas, junto a otros feligreses. “Cuando yo estaba rezando el Rosario, me sentí más feliz, me sentí mucho más cerca de Dios”, dice el pequeño.

Una de las actividades que las familias más disfrutan, según Tania, son Las Posadas, que la comunidad organiza para Navidad.

La Sagrada Familia, que sirve al condado de Macon, en el norte de Tennessee, también ofrece cada fin de semana clases de Catecismo para los niños que van a realizar su Primera Comunión, y clases de formación en la fe para los que están preparándose para el sacramento de la Confirmación.

“Los jóvenes son el futuro de la Iglesia”, destaca el padre Charles. Por eso es importante atraerlos y ayudarles a vivir más cerca de Dios. “Si podemos cultivar a estos muchachos, estamos seguros de que el futuro de la Iglesia será brillante”.

—Omar Cabrera.