La Sagrada Familia: Una nueva iglesia

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La Sagrada Familia: Una nueva iglesia

La parroquia de la Sagrada Familia, en Lafayette, Tennessee, dedicó una nueva iglesia el 21 de septiembre, y los feligreses están contando historias. Muchas de estas historias, se contaron durante la celebración de la dedicación. La feligresa Faye Fitzpatrick, se refiere a los días en 1982 cuando las primeras misas se llevaban a cabo en un edificio de la iglesia en el condado de Macon. El padre Vic Subb, de Glenmary, recuerda cuando los católicos locales más devotos conducían 29 millas hasta llegar a la parroquia católica más cercana. Trinita Escobar hace mención, con cariño, de Carol Kempf y su esposo Bob, ambos fallecidos, dos de los feligreses fundadores.
Quizás la historia más interesante la cuenta la feligresa Anna Breeding. Ella cuenta que nadie rentaba o vendía propiedades a los católicos para construir una iglesia. En los años 80 la comunidad se conformó con una iglesia sin terminar y abandonada por su congregación después de que alguien se fue con el dinero. “Realmente trabajamos duro porque teníamos pisos de tierra, había víboras, ratones …”, y la lista puede seguir. Veinte años después, en 2003, el padre de Glenmary Dennis Holly llegó como el primer párroco residente.
Poco después, llegaron las familias hispanas, trayendo consigo vida y energía que aunado al esfuerzo llevaron a realizar la Misa de dedicación.
“¡Cuando llegué aquí hace siete años, pensé que se construiría en dos años!”, dice el padre Vic, con una sonrisa. “Pero hubo complicaciones”. Después hubo una campaña de recaudación de fondos, un esfuerzo de dos años que fue impulsado por los católicos locales y por los donadores de Glenmary. Cuando los fondos económicos recaudaron, la diócesis también contribuyó. “Aquí estamos”, dice el padre Vic, con un toque de orgullo. “El condado de Macon sabe que estamos aquí. Es un lugar permanente en la comunidad”.
La parroquia comenzó siendo pequeña, reunió a todo tipo de personas y dependió de la generosidad de todas partes. Fitzpatrick y Chris Fessenden co-presidieron la campaña de recaudación de fondos. “La meta era un millón de dólares”, dice Fitzpatrick, quien también es presidente del Consejo Parroquial. “Recaudamos $600,000 a nivel local”. Hubo ventas de pasteles y festivales culturales, por supuesto. Y había compromisos a más largo plazo: “Los feligreses hicieron promesas de tres años”, explica. Esos tres años se cumplen en marzo de 2020. El resto del dinero fue donado por simpatizantes de lejos.
El edificio en sí está diseñado con el futuro en mente. El área principal tiene capacidad para 220 personas, explica el feligrés Frank Landry, vestido hoy con su atuendo de Caballeros de Colón. Cerca de la entrada, la fuente bautismal fue donada en memoria de Mary Kimball, una joven que murió repentinamente, por una afección cardíaca previamente desconocida, en 2016. “Ella era una activista para los no nacidos”, recordó su padre, Tom Kimball. “¿Qué mejor monumento podría haber?” El santuario tiene un hermoso altar. Las bancas bien elaboradas provienen de una iglesia bautista de Indiana, explica el padre Vic. “Pasamos horas y horas pintándolas”.
Una gran sala, ubicada antes de entrar al santuario duplica el espacio para eventos de la comunidad y para colocar más asientos si son necesarios, algo que muchos deseaban. “Esperamos que venga más gente”, explica Fay Fitzpatrick, “tanto católicos no practicantes, como aquellos a quienes podemos convertir al catolicismo, con suerte”. “Pero vamos a crecer.” El espacio principal de adoración puede expandirse a ese espacio, cuando llegue el momento.”Es realmente un sueño cumplido”, dice el padre Vic. “Dios ha sido muy bueno. Solo pienso en cuánto tiempo la gente esperó esto. Será una gran manera de llegar a más personas, una gran herramienta de evangelización”.
El Obispo J. Mark Spalding de la Diócesis de Nashville se regocijó en el espíritu de la comunidad durante su homilía antes de los rituales de ungir el altar y otros lugares clave alrededor de la iglesia. “¡Esta iglesia está construida de piedras vivas!”, dijo. “Cuando escuchamos la Palabra y cuando recibimos la Eucaristía, salimos esta iglesia. Tú y yo, trabajando juntos, con el Espíritu, uno en Cristo Jesús”.
Esas piedras vivas aumentarán. El Padre Vic cuenta con el apoyo del administrador de la parroquia, el padre de Glenmary Charles Aketch y el diácono asociado José Pineda para ayudar a que eso suceda. Hubo alrededor de 400 personas en las primeras misas dominicales en el nuevo edificio (151 personas que hablan inglés y 252 que hablan español).
“Tendremos sesiones de ‘Lo que los católicos creen’ en dos semanas”, agrega el padre Vic. “Lo publicaremos en el periódico, y la gente va a venir.” RICA comenzará a finales de 2019, dice, “Ya tenemos dos personas, y muchas personas que vinieron a la dedicación están interesadas”. Agreguen 14 de la Pascua pasada y 16 de la Pascua anterior. “¡Y estos no eran bebés!” enfatizó. Esta parroquia está creciendo.

Esta historia apareció por primera vez publicada en la edición de invierno de 2019 de la revista Glenmary Challenge.