Discernir Durante el Año Santo de la Misericordia.

El año pasado la Iglesia celebro el Año de la Vida Consagrada en todo el mundo. Creo que este año proporciono a Glenmary, al igual que otras comunidades religiosas, una oportunidad para compartir con la Iglesia la alegría que brinda al ser miembros de dichos grupos. También fue un momento apropiado para promover las vocaciones en formas más vigorosas, al mismo tiempo que mientras la Iglesia estaba promoviendo esta manera de vida como una de gran valor que debe de ser promovida y celebrada. Como este Año de la Vida Consagrada llega a su fin, no quiere decir que el promover o el discernimiento a la vida religiosa llega a su fin. Más bien, el discernimiento continúa mientras seguimos reflexionando sobre el significado de este año nuevo de la Iglesia, un jubileo extraordinario que se llamara el Año Santo de la Misericordia.

Cuando el Papa Francisco anunció sus planes para el Año Santo de la Misericordia, mencionó específicamente que él deseaba que fuera una oportunidad para la Iglesia “de llevar a cada persona el Evangelio de misericordia.” Esta conexión del Evangelio de la misericordia es la misión de la Iglesia, que significa que es la responsabilidad de todos nosotros que somos la Iglesia. Esperemos que, durante este año santo, experimentemos el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza” y hacerla nuestra misión para compartir la misericordia con los demás.

Yo creo que a nivel individual, en especial para aquellos discerniendo al llamado a la vida religiosa, este año santo nos permite reconocer a Jesucristo “el rostro de la misericordia del Padre” dijo el Papa. Muy seguido, los hombres que están discerniendo su llamado me dicen, “No soy lo suficientemente santo” o “Yo no rezo lo suficiente” o “He cometido errores en mi pasado”. Yo creo que todos los sacerdotes y hermanos de Glenmary podrían haber utilizado una o más de estas mismas excusas durante sus discernimientos. La diferencia es que después de reconocer la misericordia amorosa de Dios, podían perdonarse a sí mismo y seguir su llamado a convertirse parte de Glenmary con el fin de convertir esa misma misericordia con los demás. Este año que viene, discernidores pueden reflexionar en la misericordia amorosa de Dios, para empezar a perdonarse a sí mismos, y poder continuar discerniendo su llamado.

Creo que este año santo es esencial para todos nosotros, porque todos somos pecadores y necesitamos la misericordia sanadora de Dios. Pero de una manera particular, este año es especialmente para aquellos que no han sentido la misericordia de Dios a través de sus experiencias de la Iglesia. Una recomendación que el Papa Francisco nos ofrece, es para ayudarnos a experimentar la misericordia de Dios, es participar en tradición de hacer una peregrinación. ¿Qué es una peregrinación? Es un viaje religioso, simbólico de nuestros propios viajes de vida. Ir a una peregrinación significa sacrificio, dedicación, oración, reflexión y preparación.

Ir a una peregrinación este año te abrirá a la sensación de la misericordia de Dios. Será, como dice el Papa Francisco, un “sea estímulo para la conversión” y que “nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros.” Para algunos, esta idea puede sugerir un viaje a la Puerta Santa en Roma. Dado a que muchos de nosotros no somos capaces de viajar a Roma, el Papa declaró específicamente que cada uno puede hacer esta peregrinación, “de acuerdo con las propias fuerzas”.

Si no puedes hacer una peregrinación a Roma, ojala que puedas hacer el peregrinaje al lugar designado dentro de tu propia diócesis. El papa ha pedido que cada diócesis abran una Puerta Santa a la Misericordia, una que simboliza a Cristo. “Será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.”

Una forma adicional para que un discernidor a una vocación religiosa experimente la misericordia es hacer una peregrinación a la Tierra de Misión EE.UU. A lo largo del año, Glenmary organizara viajes misioneros para aquellos hombres que están discerniendo su llamado a la vida religiosa. Si tú eres uno de estos hombres, un peregrinaje de Glenmary este año te ayudara para discernir estas siendo llamado por lo que te permite participar en las obras corporales y espirituales de misericordia que toman lugar en nuestras áreas de misión. Te dará la oportunidad para adorar con el pueblo de Dios que viven en las periferias. Y te permitiría ser testigo de la misericordia amorosa de Dios a la gente que conoces.

En las palabras del Papa, “Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada.”¿Eres capaz de aceptar el perdón y el perdonarte a ti mismo las veces que no rezo lo suficiente o que has cometido errores o actuado de manera impuro? Dios está esperando y está listo para darte la bienvenida con el regalo de la misericordia en cualquier momento. ¿Estas siendo llamado para ser testigo de la misericordia a las personas en la Tierra de Misión, EE.UU.?

Si desea más información acerca de Glenmary Home Missioners o le gustaría hablar con alguien sobre cómo seguir su llamado a ser misionero, puedes llamar a 513-881-7494, o pónganse en contacto con nosotros a través de nuestro sitio Web, o envía un e-mail, o ponte en contacto a través de Facebook.

También puedes leer las columnas anteriores por el Hermano David en el sitio Web de Glenmary.