Tres acciones sencillas para hacer en el camino del discernimiento

El discernimiento es un viaje, y hay tres pasos importantes a seguir en este camino: orar, encontrarnos con un director espiritual y hacer una visita vocacional. (Foto por Jack Cohen)

Es fácil perderse en la ruta si tratamos de hacerlo solos.

Discernir tu llamado es un proceso de tratar de entender la voluntad de Dios en tu vida, no solo optar por algo  porque suena genial o parece divertido. Leer acerca de Glenmary en nuestro sitio web es un buen paso inicial en el camino del discernimiento, pero para discernir de verdad debemos volvernos hacia Dios y preguntar: “¿Por qué me creaste o hacia dónde me llamas?”.

El discernimiento, escuchando la voluntad de Dios y no la nuestra, es la forma en que aprendes a dónde estás siendo llamado. Dios puede estar invitándote a una vocación como sacerdote o hermano de Glenmary. O tal vez Dios te está llamando a vivir una vida de casado o un estilo de vida de soltero. Es tu elección aceptar la invitación y al aceptarla encontrarás la mayor alegría. El Papa Francisco lo definió como: “Discernir de entre todas las voces que escuchamos cuál es la voz del Señor, cuál es la voz de Aquel que nos guía a la Resurrección, a la Vida, y la voz que nos libera de caer en la ‘cultura de la muerte’”.

El llamado de Dios es una auténtica invitación a acercarnos a Él a través de la vivencia de nuestra vocación. Podemos reconocer cuál es la voz de Dios reconociendo lo que nos trae alegría y paz, no lo que nos deja sentimientos de miedo, duda o confusión. El discernimiento es un camino, y tres acciones sencillas y necesarias mientras estamos en ese camino son: orar, encontrarnos con un director espiritual y hacer una visita vocacional.

TIEMPO DE ORACIÓN

En primer lugar, para discernir adónde nos está llamando Dios, debemos orar al respecto. Puede ser peligroso ver tu GPS mientras conduces por la carretera. Puede que no parezca más rápido, pero es más seguro salir de la autopista, revisar el mapa y luego continuar nuestra ruta, sabiendo que tenemos una idea general de hacia dónde vamos. De igual forma con la oración: debemos dejar de hacer lo que estamos haciendo y orar.

Apartar tiempo en nuestra ajetreada vida para orar es un desafío para muchos de los muchachos con los que platico sobre el discernimiento. Tienen que salir temprano en la mañana para ir al trabajo o a la escuela. Las actividades después de la escuela: las tareas, las comidas y las redes sociales pueden absorber fácilmente el resto de la noche. Para encontrar el tiempo y el espacio para escuchar la voz de Dios, tenemos que salir de la concurrida carretera de la vida y hacer tiempo para orar. ¡Dios es nuestro mapa! Comprométete a despertarte 15 minutos antes y a apagar tu teléfono y pantalla quince minutos antes por la noche. Dedica ese tiempo a pasarlo con Dios en oración.

DIRECCIÓN ESPIRITUAL

Manejar por una ciudad por primera vez puede ser difícil si no conoce las calles o si está atascado en el tráfico. Tener un copiloto que te ayude a navegar la ruta a tu destino puede hacer que el viaje sea mucho más fácil, especialmente si es un copiloto que tiene un mapa o conoce las carreteras.

Creo que es imposible hacer un buen discernimiento solo. De hecho, si alguien está iniciando el proceso de solicitud para Glenmary, un requisito es que esté recibiendo dirección espiritual. Reunirse con un director espiritual en persona en forma regular es como tener un copiloto; él recorre el camino espiritual contigo, te ayuda a alcanzar tu vocación. Los directores espirituales no presionan a nadie para que se convierta en sacerdote o hermano, sino que están ahí para ayudarlo a diseñar un plan espiritual, responsabilizarlo, escuchar, aconsejar y animar. Un director espiritual está allí para ayudarte a llegar a tu destino, adonde sea que estés llamado

VISITA VOCACIONAL

En muchos de mis viajes por carretera he anhelado llegar a mi destino más rápido, pero sé que no debo exceder el límite de velocidad. Aún así, es una buena sensación cuando llego a mi destino y sé que finalmente puedo salir de la carretera concurrida y disfrutar de mi tiempo allí. Mi cuerpo da un suspiro de alivio cuando desabrocho el cinturón de seguridad y abro la puerta del auto.

Si tú vives lo suficientemente cerca de Glenmary, podrías apartar tiempo para una visita a una misión de Glenmary y conocer a los misioneros de Glenmary. A lo largo del año, Glenmary organiza retiros de discernimiento vocacional “Vengan y Vean”. Estos son retiros específicamente para hombres que se encuentran en diferentes etapas del proceso de discernimiento. No necesitas estar listo para presentar la solicitud cuando vengas de visita, sino que puedes estar en la etapa de querer saber cómo es ser un miembro de nuestra congregación y ver cómo es una misión. La visita del fin de semana puede ayudarte a afirmar lo que has estado sintiendo en tu oración y discutiendo con tu director espiritual. (Durante la pandemia, estamos ofreciendo retiros virtuales “Vengan y Vean” en línea, vía Zoom. Contáctanos para más información).

La oración, la dirección espiritual y las visitas vocacionales son tres acciones sencillas que realizar en el camino del discernimiento. Cada una es esencial para que podamos descubrir cuál es la voluntad de Dios en nuestra vida y hacia dónde estamos llamados. El viaje está lleno de alegría y sorpresas; lleva a la paz y a un amor más profundo de Dios, así como a una respuesta a la pregunta: “¿por qué me creó Dios?”

 

LEA TAMBIÉN: Cómo los miembros de Glenmary están marcando una diferencia en el mundo. Si tienes alguna pregunta sobre este artículo o deseas más información, comunícate con el hermano David a: dhenley@glenmary.org o llámalo al 513-881-7411.